Las Potencias Centrales fueron una alianza de países durante la Primera Guerra Mundial, que tuvo lugar entre 1914 y 1918. Este grupo estaba compuesto principalmente por Alemania, Austria-Hungría, Bulgaria y el Imperio Otomano. Su objetivo era expandir su influencia y territorio, enfrentándose a las Potencias Aliadas. Durante el conflicto, las Potencias Centrales lucharon en múltiples frentes, enfrentándose a desafíos militares y económicos. A pesar de sus esfuerzos, fueron derrotadas en 1918, lo que llevó a la firma del Tratado de Versalles y a la desintegración de varios de sus estados, alterando el mapa político de Europa.