Los musgos son pequeñas plantas no vasculares que pertenecen al grupo de las briofitas. Se caracterizan por su estructura simple, sin flores ni semillas, y suelen crecer en ambientes húmedos y sombreados. Los musgos tienen un papel importante en los ecosistemas, ya que ayudan a retener la humedad y proporcionan hábitats para otros organismos. Estas plantas se reproducen a través de esporas, que se producen en estructuras llamadas esporangios. Los musgos pueden encontrarse en una variedad de hábitats, desde bosques hasta rocas y suelos. Su capacidad para adaptarse a diferentes condiciones les permite prosperar en lugares donde otras plantas no pueden crecer.