La caliza es una roca sedimentaria compuesta principalmente de carbonato de calcio. Se forma a partir de la acumulación de restos de organismos marinos, como corales y conchas, así como de la precipitación química de minerales en el agua. Es un material común en la construcción y se utiliza para hacer cemento y cal.
Además de su uso en la construcción, la caliza también tiene aplicaciones en la agricultura, donde se utiliza para mejorar la calidad del suelo. Su capacidad para neutralizar la acidez del suelo la convierte en un recurso valioso para los agricultores que buscan optimizar el crecimiento de sus cultivos.