Los ventrículos cerebrales son espacios llenos de líquido en el cerebro que ayudan a proteger y nutrir el tejido cerebral. Existen cuatro ventrículos principales: dos ventrículos laterales, el ventrículo tercer y el ventrículo cuarto. Estos ventrículos producen líquido cefalorraquídeo, que circula por el sistema nervioso central. El líquido cefalorraquídeo actúa como un amortiguador, protegiendo el cerebro de lesiones y ayudando a eliminar desechos. Además, los ventrículos están conectados entre sí y con el canal central de la médula espinal, lo que permite la circulación del líquido a través del sistema nervioso.