Los rayos gamma son una forma de radiación electromagnética de alta energía. Se producen en procesos nucleares, como la desintegración de núcleos atómicos inestables. A diferencia de otras formas de radiación, como los rayos X, los rayos gamma tienen una longitud de onda más corta y, por lo tanto, más energía. Debido a su alta energía, los rayos gamma pueden penetrar materiales densos, lo que los hace útiles en aplicaciones médicas, como la radioterapia para tratar el cáncer. Sin embargo, también son peligrosos para la salud humana, ya que pueden dañar células y tejidos si se exponen a niveles altos.