Los hidratantes son productos diseñados para aumentar y mantener la humedad en la piel. Su función principal es prevenir la sequedad, proporcionando una barrera que retiene la humedad natural. Estos productos pueden contener ingredientes como glicerina, ácido hialurónico y aceites naturales, que ayudan a suavizar y nutrir la piel. Existen diferentes tipos de hidratantes, incluyendo cremas, lociones y geles, cada uno adecuado para distintos tipos de piel. Por ejemplo, las cremas son ideales para pieles secas, mientras que los geles son más ligeros y adecuados para pieles grasas. Usar un hidratante regularmente puede mejorar la apariencia y salud de la piel.