Las centrales eléctricas son instalaciones que generan energía eléctrica a partir de diferentes fuentes. Estas fuentes pueden ser combustibles fósiles, energía nuclear, energía solar, energía eólica o hidroeléctrica. Cada tipo de central utiliza un proceso específico para convertir la energía de su fuente en electricidad, que luego se distribuye a hogares y empresas. El funcionamiento de una central eléctrica implica la transformación de energía. Por ejemplo, en una central térmica, el calor producido por la quema de carbón o gas se utiliza para generar vapor, que mueve turbinas conectadas a generadores eléctricos. Así, las centrales eléctricas son fundamentales para el suministro de energía en la sociedad moderna.