Las hemorragias externas son pérdidas de sangre que ocurren fuera del cuerpo, generalmente a través de heridas abiertas. Estas pueden ser causadas por cortes, traumatismos o lesiones. La sangre puede fluir de manera continua o en chorros, dependiendo de la gravedad de la herida y de los vasos sanguíneos afectados. El tratamiento inmediato de las hemorragias externas incluye la aplicación de presión directa sobre la herida para detener el sangrado. Si la hemorragia es severa, es importante buscar atención médica urgente. Con un manejo adecuado, muchas hemorragias externas pueden ser controladas y tratadas eficazmente.