El diésel es un tipo de combustible derivado del petróleo, utilizado principalmente en motores de combustión interna. Se caracteriza por su mayor densidad y eficiencia en comparación con la gasolina, lo que lo hace popular en vehículos pesados como camiones y autobuses.
Los motores diésel funcionan mediante la compresión del aire en el cilindro, lo que eleva su temperatura antes de inyectar el combustible. Este proceso permite que el diésel se encienda sin necesidad de una chispa, lo que contribuye a su eficiencia y durabilidad. Además, el diésel emite menos dióxido de carbono que otros combustibles, aunque puede producir más óxidos de nitrógeno y partículas.