Los diáconos son miembros del clero en varias tradiciones cristianas, como la Iglesia Católica y las Iglesias Protestantes. Su función principal es servir a la comunidad, asistiendo en tareas como la distribución de alimentos, el cuidado de los necesitados y la preparación de la liturgia. Los diáconos pueden ser hombres o mujeres, dependiendo de la denominación. En la Iglesia Católica, los diáconos son ordenados y pueden realizar ciertos sacramentos, como el bautismo y el matrimonio, pero no pueden celebrar la Eucaristía. En otras tradiciones, como algunas Iglesias Evangélicas, los diáconos pueden tener roles más variados, incluyendo la enseñanza y la predicación.