El "control de aproximación" es un servicio de control de tráfico aéreo que se encarga de guiar a las aeronaves cuando se acercan a un aeropuerto. Este servicio asegura que los aviones mantengan una separación segura entre ellos y les ayuda a descender de manera ordenada y eficiente hacia la pista de aterrizaje. Los controladores de aproximación utilizan radares y comunicaciones por radio para coordinar el tráfico aéreo. Este proceso es crucial para la seguridad y la puntualidad de los vuelos, ya que permite gestionar el flujo de aeronaves en áreas congestionadas, especialmente en aeropuertos grandes como Aeropuerto Internacional de Los Ángeles o Aeropuerto de Heathrow.