conservación de la energía
La conservación de la energía es un principio fundamental de la física que establece que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma de una forma a otra. Esto significa que la cantidad total de energía en un sistema cerrado permanece constante, aunque puede cambiar de forma, como de energía cinética a energía potencial.
Este concepto es crucial en diversas áreas, como la ingeniería, la biología y la ecología. Por ejemplo, en la fotovoltaica, la energía solar se convierte en energía eléctrica, mientras que en los ecosistemas, la energía del sol se transforma en energía química a través de la fotosíntesis.