El óxido de zinc es un compuesto químico que se presenta como un polvo blanco. Se utiliza comúnmente en productos como cremas para la piel, protectores solares y ungüentos debido a sus propiedades protectoras y antiinflamatorias. Además, es un ingrediente clave en la fabricación de productos farmacéuticos y cosméticos. Este compuesto también tiene aplicaciones industriales, como en la producción de neumáticos, pinturas y plásticos. Su capacidad para actuar como un agente de refuerzo y estabilizador lo hace valioso en diversas formulaciones. El óxido de zinc es conocido por su seguridad y eficacia en múltiples usos.